
EN CLASE, CON CLASE

ABUELITA, ABUELITA, ¡QUÉ DIENTES MÁS GRANDES TIENES!
Abuelas y abuelos! Fascinantes criaturas de sorprendentes dicotomías. Tienen toda la experiencia del mundo por habernos sufrido a nosotros y, sin tener ya la misma responsabilidad con nuestros hijos, son una influencia crítica en sus nietos.

NEKO
Estirando todo su atigrado ser, Neko iba preparándose para dar lo mejor de sí mismo en esa soleada mañana otoñal. Aunque los rayos calentitos le tentaban a regalarse una jornada deliciosa de vagueo y vitamina D, su diminuto estómago protestó enérgicamente zanjando el asunto.

EN TODA LA FRENTE
Asignamos algunas etiquetas sin darnos cuenta, en ocasiones como una broma. Con pensarlo un minuto veríamos lo obvio que es que no las querríamos para nosotros mismos.

¡CONFIESA!
Al fin, el momento de la libertad. Es la hora mágica de la recogida a la salida del colegio. Nuestros queridos retoños han sobrevivido una vez más al madrugón, a nuestras prisas por evitar llegar tarde (ellos van tranquilos, la clase no va a ninguna parte), al profe que considera que la disciplina positiva es para modernos y a ese plato del comedor con ingredientes verduzcos que no es algo que nadie pediría para celebrar su cumpleaños. Entonces, deseosos ellos de compartir sus aventuras, intervenimos nosotros con toda nuestra buena intención.

QUÉ ME CUENTAS
Dicen por ahí que el placer de la lectura se está perdiendo. Yo hago mi parte por evitarlo, voy sumergido en la historia de turno hasta cuando paseo por la calle. Los libros son una parte esencial de mi autocuidado y procuro tener uno de repuesto para el momento agridulce de pasar la última hoja y despedirme de los personajes a los que he acompañado en su viaje del héroe.

CUÍDATE, CUÍDALES
Has tenido un día en el trabajo de esos que te hacen plantearte seriamente tus decisiones vitales hasta ahora. El efecto de la cafeína de tu segundo café ya ha dado paso al agotamiento extremo. Después de media hora tratando de aparcar, logras llegar a casa, deseando desconectar y pasar un rato agradable en familia. Desgraciadamente, una vez más, tu progenie tiene otros planes…

CASTIGOS, ¿sí o no?
¿A quién no le han castigado nunca?
Puede que entendieses que “era por tu bien”. Puede que te enfurecieses como un volcán o llorases desconsoladamente. Lo que seguro que pensaste fue: “a la próxima no me pillan”.
¡Sigue nuestro blog!
Te avisamos cuando el siguiente artículo esté listo
¡No te lo puedes perder!