
INOCENCIA (MICRORRELATO)
Estaba ahí cuando mi niña perdió la inocencia.

EN SUS ZAPATOS
Un lunes cualquiera. Salió de casa dándole vueltas a la reprimenda de su padre por no haber estudiado más ese fin de semana. De camino al instituto echó un buen vistazo a sus redes sociales, donde se comparó morbosamente con las fotos saturadas de filtros de sus compañeros y pudo leer un par de mensajes hirientes, los habituales.

VAYA VAYA, AQUÍ NO HAY PLAYA
Junio se agosta con la primera ola de calor, la primera tanda de veraneantes se engalanan para masificar las playas peninsulares y el resto invade las piscinas con resignación, aguantando su turno. ¡Que empieza el verano!

SIN SEPTIEMBRE Y SIN PARACAÍDAS
Si no llegabas al cinco te preocupabas; tenías claro, fanfarronadas aparte, que estabas en problemas. CATEABAS, ergo CONSECUENCIAS. Así, con mayúsculas todo. La sensación ahora es otra.

ROMPE EL CICLO
Estaba clarísimo cómo sería su educación. Su pequeño se convertiría en un pilar productivo y admirable de la sociedad al igual que él mismo.

OLD SCHOOL

EN TODA LA FRENTE
Asignamos algunas etiquetas sin darnos cuenta, en ocasiones como una broma. Con pensarlo un minuto veríamos lo obvio que es que no las querríamos para nosotros mismos.

CASTIGOS, ¿sí o no?
¿A quién no le han castigado nunca?
Puede que entendieses que “era por tu bien”. Puede que te enfurecieses como un volcán o llorases desconsoladamente. Lo que seguro que pensaste fue: “a la próxima no me pillan”.
¡Sigue nuestro blog!
Te avisamos cuando el siguiente artículo esté listo
¡No te lo puedes perder!