COSTE DE OPORTUNIDAD

coste de oportunidad en educacion y crianza. Debemos elegir cada momento en familia y en clase

Es probable que ya te hayas cruzado con este término. En economía lo blanden casi como una amenaza: cuidado al elegir A, que te vas a perder B. Tenemos recursos muy limitados. Si empleo mi último billete de 20 en la comida del gato, este viernes no salgo de fiesta. ¿Pero qué pasa si lo que gasto son momentos, ocasiones? Euros ganaré más con algo de trabajo; las oportunidades son las que son, elijamos mejor o peor. ¿Qué tal si nos paramos a valorar esas alternativas que no vamos escogiendo?

Cuando grito al niño, pierdo la oportunidad de conectar.

Si niego la respuesta al alumno, abandono enseñarle.

Juzgando al adolescente, descarto  escucharle.

Al optar por la violencia, renuncio al diálogo.

Cada vez que ignoro el daño ajeno, dejo atrás mi inocencia.

Con el mundo digital me pierdo la realidad.

Esa promesa rota deja atrás toda confianza.

Una amenaza no da lugar a una caricia.

El dogma bloquea la libertad.

Elegir impaciencia mata el disfrute.

Todo odio quema mi humanidad.


Y así, las que quieras. Dirás que el otro lo merecía, que te salió sin pensar, que si yo soy así y así seguiré… Son excusas para no crecer, no poner ni un poco de esfuerzo. Si la alternativa de más valor a la que renuncias te afecta solo a ti, ancha es Castilla. Your way on the highway. Pero no vale todo si lo que dejas de lado es la educación de tus alumnos, la autoestima de tus peques o el vínculo con tu adolescente. Elige, como Indiana Jones, sabiamente.


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Por Carlos A. Bustos

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