
¿PREPARADOS? ¿LISTOS? ¡DA IGUAL!
Pongamos que llevas un tiempo formándote para ser docente de instituto. Unos añitos para sacarte el grado, el certificado de inglés (¡C1!) y quizá el C.A.P. si esto ha sido una ocurrencia tardía. Consigues tu plaza en lo público o el enchufe en lo privado (¡Yay!), preparas material didáctico para dar tres cursos y entras en tu nueva aula con toda la ilusión (si no, mal vamos). 25-30 adolescentes te observan fijamente, deseando comprobar de qué manera vas a complicarles una vida que ya les pesa bastante de por sí.

MORIR DE ÉXITO
Dar clase es darlo todo… ¿Qué te queda al final?
¡Sigue nuestro blog!
Te avisamos cuando el siguiente artículo esté listo
¡No te lo puedes perder!